Car and Driver participa en varios programas de afiliación de marketing, lo que significa que Car and Driver recibe comisiones de las compras hechas a través de los links a sitios de los vendedores.

Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una banda organizada que se dedicaba a robar catalizadores de los coches para posteriormente vender los metales preciosos que contienen.

Es un componente fundamental del sistema de escape de un vehículo dado que resulta decisivo para disminuir los niveles de contaminación procedentes de los gases que se generan en un motor de combustión. Se trata del catalizador, situado justo después de los colectores, en la parte delantera del tubo de escape.

Su funcionamiento se basa en una estructura cerámica con forma de panal, e incluye minerales como el platino, rodio y paladio, materiales que en el mercado alcanzan un precio considerable. De hecho, existe una venta ilícita que supone que por un catalizador se paguen entre 500 y 700 euros.

Sin estos materiales no puede realizar su función de forma correcta, que consiste en transformar los gases contaminantes mediante una reacción química, para lograr así que los hidrocarburos (HC) se conviertan en agua y que el monóxido de carbono (CO) resultante, pase a ser dióxido de carbono (CO2). Esta transformación es posible gracias a la elevada temperatura a la que los gases circulan antes y dentro del propio catalizador.

Si bien este componente no está precisamente accesible, su robo es relativamente frecuente, sobre todo en los coches más antiguos dado que es más fácil llegar a él.

De hecho, en los últimos días, según publica La Opinión de Málaga, la Policía Nacional ha desarticulado una organización delictiva que se dedicaba al robo de catalizadores. Han sido detenidas siete personas en esta ciudad y también en Sevilla, acusados de robar más de 50 catalizadores, 53 en concreto.

La operación se ha denominado Cata-Tartana y se inició a finales de 2021 debido a diferentes denuncias presentadas por varios propietarios de vehículos afectados por este tipo de robos, sobre todo en las citadas localidades, aunque también en Valencia.

La Policía señala que los hurtos eran "continuados" con el fin de hacerse con los metales preciosos que contienen estos componentes, paladio, rodio y platino, para su posterior venta en el mercado negro.

Los integrantes del grupo tenían bien definidas sus funciones. Unos vigilaban, y mientras tanto otros se metían debajo de los coches para extraer las piezas, con la ayuda de las herramientas necesarias, una radial portátil, dado que es necesario serrar el sistema de escape para llevarse el trozo donde esta el catalizador. Esta es la forma más rápida.

Una vez cortado, los catalizadores eran trasladados a otro lugar para extraerles los metales preciosos de valor, para su venta en el mercado negro.