Bosch celebra dos importantes aniversarios que han influido y cambiado la vida de los automóviles.En la primera década de 1900, los vehículos tenían dificultades para arrancar en frío, la bujía incandescente de Bosch que entró en producción en 1922 permitía precalentar el motor dentro de la cámara de combustión, una innovación a la que siguió la producción de la primera batería de arranque en Feuerbach (Stuttgart), inicialmente disponible solo para motocicletas y luego a partir de 1927 también para automóviles.Una tecnología que ha avanzado mucho a lo largo de los años, la primera bujía incandescente de Bosch presentada tenía el filamento expuesto, hoy con la tecnología Duraterm, las fases de precalentamiento se han acortado significativamente, en presencia de un elemento calefactor cerámico, el arranque en frío tarda menos de dos segundos.Además, las bujías incandescentes modernas también juegan un papel clave en la limpieza del filtro de partículas.El calor producido por las bujías incandescentes contribuye a la regeneración del filtro.Los filtros de partículas diésel recogen el hollín contenido en los gases de escape.Además, para evitar que el filtro se obstruya, el hollín recogido debe quemarse periódicamente.En los primeros autos de la década de 1950, Bosch Classic producía baterías de 6V y 12V, si se mantiene el diseño exterior original, las baterías de hoy se producen de acuerdo con los más altos estándares de calidad para proteger el medio ambiente.En 2016, Bosch recibió el Premio a la Innovación en la feria Automechanika de Frankfurt por su batería de motocicleta de iones de litio.La batería de 48V almacena energía de frenado y apoya a los motores de combustión durante la aceleración, reduciendo el consumo de combustible y las emisiones de CO2.